El árbol que no sabía quién era
Había un hermoso jardín, con manzanos, naranjos, perales y bellísimos rosales, todos ellos felices y satisfechos. Todo era alegría en el jardín, excepto por un árbol profundamente triste... El pobre tenía un problema, no sabía quién era. Lo que le faltaba era concentración, le decía el manzano: -Si realmente lo intentas, podrás tener sabrosas manzanas. ¿Ves qué fácil es? -No lo escuches -exigía el rosal-, es más sencillo tener rosas y, ¿ves que bellas son? Y el árbol desesperado, intentaba todo lo que le sugerían, y como no lograba ser como los demás, se sentía cada vez más frustrado. Un día llegó hasta el jardín el búho, la más sabia de las aves, y al ver la desesperación del árbol, exclamó: -No te preocupes, tu problema no es tan grave, es el mismo de muchísimos seres sobre la tierra. Yo te daré la solución: no dediques tu vida a ser como los demás quieran que seas... Sé tú mismo, conócete, y para lograrlo, escucha tu voz interior. Y dicho esto, el búho desapareció. ...